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domingo, 7 de diciembre de 2014

La radio: la mejor amiga de las personas



Con el transcurso del tiempo, los seres humanos hemos buscado las maneras y formas de poder estar conectados y comunicados con los demás. Nos hemos visto enredados en la necesidad de transmitir nuestras ideologías, gestos, palabras, imágenes, y con ello formar sociedades que antes se consideraban simples utopías, mundos inaccesibles o sueños triviales.
Así pues, la comunicación nació de la necesitad de relacionarnos. Ésta dio origen a los diversos medios de comunicación con los que hoy en día contamos.
Sin embargo, existe un medio en particular que logra una conexión estrechamente personal con la audiencia, la radio.
Considerada como el medio con mayor aceptación en la población, la radio viene a ser un medio de comunicación sonoro que disfrutan millones de personas en el mundo, a cada momento, todos los días.
Pero, ¿Cómo aparece la radio? ¿Cómo logra este descubrimiento pasar a formar parte de cada hogar y lugar de trabajo? ¿Cómo se convertiría en ese “algo especial” que acompaña a todos en cualquier parte, esa que logra unirnos y conectarnos?
En la obra “Radialistas apasionados”, del escritor José López Vigil, nos señala que:
“En nochebuena de 1906, el canadiense Reginald Fessenden realizó la primera transmisión de sonido: los radiotelegrafistas de los barcos que navegaban frente a las costas de Nueva Inglaterra no captaron esta vez impulsos largos, sino una voz emocionada leyendo el relato del nacimiento de Jesús y acompañada por un disco de Haendel”. (p. 10)

Como bien nos lo dice Vigil, en 1906 se reporta la primera transmisión de voz completamente articulada, directa y sin uso de simbolizaciones, generando así, el origen de la radio propiamente dicha.
Sin embargo, cabe recalcar que 11 años antes, en 1895, un joven Guglielmo Marconi, crearía la telegrafía.
Así llega a aparecer la primera emisora con servicio regular en Westinghouse, el 2 de noviembre de 1920. Posterior a ello, la radio se iría mundializando, todo querían tenerla, todos querían vivir la experiencia.
Desde sus complicados inicios hasta la actualidad la radio ha sufrido muchos cambios, ya sea en su estructura como en su emisión.
Como bien dice Vigil: “hoy se escucha más radio que en los 50”. Y es cierto, por más que se crea que la radio va en decadencia por la gran acogida de la televisión en la vida de las personas, la radio sigue siendo la favorita de todos, sigue siendo la fiel compañera en nuestras noches de desvelo o nuestras muy tempranas jornadas laborales; sigue siendo aquella que logra sacarnos una sonrisa o hacernos reflexionar, aquella que logra hacer lo que ningún otro medio puede, crear un vínculo de afinidad y confidencialidad con el oyente.
La radio se ha convertido en parte fundamental de nuestras vidas, todos la escucha ya sea a través de un celular, internet o clásicamente en un dispositivo únicamente para ella; la radio se ha vuelto nuestra mejor amiga.
Por lo cual, compete decir que la radio tiene gran influencia en la toma de decisiones. Al igual que los demás medios de comunicación. No obstante, la radio por su fácil acceso y descentralización, logra estar presente en cualquier parte, lo que la vuelve el medio con mayores posibilidades de influir en el pensamiento de la población.
Tomando en cuenta esto, debes saber que la radio se ha convertido en un espacio donde todos pueden dar sus puntos de opinión y comunicarse con la población.
Hay que considerar también, que se debe saber cómo llegar al radioescucha, y es que no todos tenemos el don de la radiodifusión.
Comencemos analizando lo más importante, nuestro instrumento principal que nos permitirá conectarnos con lo demás, el oído. La audición, es la clave perfecta para el despliegue de nuestra imaginación y es que, a través del oído se logra transmitir más que simples palabras, se logra llevar al oyente a un mundo nuevo en donde todo es posible.
Pero para poder lograr conectarse con el oyente, se debe poder captar su atención y lograr llegar a ellos. Lo primordial es saber hablar por radio. El expresar todo clase de sentimientos, hace posible la buena comunicación entre locutor y oyente. La transmisión de emociones logra ubicar al receptor en el lugar preciso a donde se desea llegar y hacer que el mensaje sea correctamente recepcionado.
Toma partida también, la personalidad, el locutor puede contar con los recursos necesarios: buena voz, buenas iniciativas, saber de técnicas e incluso los recursos económicos suficientes; pero si no sabe llegar a la audiencia es un caso perdido. La personalidad genera el ambiente de armonía y confraternidad que se busca entre locutor y oyente. Locutor que no es agradable, es un locutor no escuchado. A fin de cuentas, todo depende de la manera en la que logres hacerle notar a las personas que tu mensaje es importante y necesario de ser escuchado.
Así bien, hay que considerar que ambos fusionados despiertan el “ojo interior” de cada persona. Le permite crear escenarios inigualables y únicos para cada persona. Esto se debe a que lo que escuche uno, no necesariamente será captado de la misma manera que la persona de tu costado, ya que, todos tenemos diferentes orígenes y culturas que logran que nuestra percepción con respecto a alguna cosa sea excepcional.
Cabe recalcar que existen mil y una formas de hacer que la comunicación en la radio se vuelva contraria a las expectativas deseadas, a estos se les conoce como los enemigos de la radio.
Una palabra no adaptada al contexto sociocultural de la población, una información mal investigada, un ruido o la utilización de un término de forma incorrecta, puede generar que el mensaje no llegue de la forma planeada y por ende, no logre comprenderse en su totalidad, dando paso a la especulación y malos entendidos.
Es importante comprender que se debe hablar en el mismo “idioma” que el resto, es decir, en los mismos términos. No se puede hablar con un niño de la misma forma que con un adulto, igualmente no se puede hablar con un doctor de la misma manera que con un ingeniero, por lo cual, es importante lograr identificar nuestros radioescuchas y saber dirigirnos a ellos.
Pero, ¿por qué es importante tomarnos tantas molestias? Simple, si no nos entendemos no podemos comunicarnos, y todos sabemos que comunicarnos y relacionarnos es una ley de la vida.
Me explico, debes comprender lo que nos dicen para poder plantear nuestra opinión. La libertad de expresión es un derecho que cada ciudadano tiene y la radio y todos los medios de comunicación deben velar por que esta se cumpla de la mano con que vaya acorde con el desarrollo de la población y el bien común de la misma.
La radio tiene una responsabilidad, hacer de sus oyentes unas personas informadas y fieles a sus ideales y a su desarrollo. Lograr ver nuestra realidad, comprender, aceptarla y decidir generar un cambio, permitir e incentivar a la población a un cambio beneficioso para todos, promover la inclusión y la aceptación de verdaderamente quienes somos.

Por lo cual, reitero lo que dije desde un principio, la radio es nuestra mejor amiga y como tal, debe ayudarnos a hacer de nuestro sector uno cada día mejor.